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Cambio de heroe
Es increíble cómo Dragon Ball en los años ochenta y noventa nos hizo creer que tener poderes sobrehumanos podía cambiar el mundo (claro está, siempre y cuando existan villanos de esa categoría) .Pero realmente no vengo a decir nada específico sobre el desarrollo de ese manga y anime, ni sobre otro. Ya que esta semana no habrá manga de Naruto y como se encuentra en uno de sus procesos más delicados, en el que cualquier cosa puede pasar, Kishimoto nos deja con el suspenso una semana más sobre cómo se desarrollará el manga y, bueno, ni hablar del anime, que está en uno de sus rellenos, en los que no capta mucho la atención pero la gente lo ve por ser simplemente Naruto.
Como mencioné en la primera parte, Dragon Ball fue un boom para su época, la de los que tienen ahora más de 20 años. Y esa gente, o sea, nosotros, somos los que mantenemos ese legado enseñándoles a los mas pequeños lo que fue Dragon Ball en nuestra época y no nos importa si vemos mil veces cómo Goku usó su Kaioken aumentado 3 veces contra Vegeta y nos sentimos como unos niños, como si lo viéramos por primera vez y lo comentamos con nuestros amigos.
Han pasado más de 10 años desde el último capítulo, en el que llorando dije que nunca habría nada mejor que aquello. Pero 3 años después de Dragon Ball, un chico aficionado como cualquier otro, decidió intentar lanzar un héroe que no volara y que se identificara con los problemas que existen en nuestra realidad, como la discriminación por ser diferente. De ahí empieza este manga y anime llamado Naruto en el que se demuestra que no dándose por vencido y esforzándose, así no se sea el mejor en algo, si uno la suda con el corazón puede llegar a revertir el presente y quizás llegar a lo que uno mismo busca, su propia felicidad.
Esta serie oculta un gran mensaje que capítulo a capítulo agarra más fuerza y demuestra que el que quiere puede. Sentado frente a la computadora le doy las gracias a Dragon Ball y a todo lo que influenció para que Naruto lograra ser lo que es. Quizás logre ser más que Dragon Ball pero nunca olvidaremos lo que Akira Toriyama nos enseñó y lo que un chico de pelos parados y torpe significó para nosotros.
Apago el televisor.
Como mencioné en la primera parte, Dragon Ball fue un boom para su época, la de los que tienen ahora más de 20 años. Y esa gente, o sea, nosotros, somos los que mantenemos ese legado enseñándoles a los mas pequeños lo que fue Dragon Ball en nuestra época y no nos importa si vemos mil veces cómo Goku usó su Kaioken aumentado 3 veces contra Vegeta y nos sentimos como unos niños, como si lo viéramos por primera vez y lo comentamos con nuestros amigos.
Han pasado más de 10 años desde el último capítulo, en el que llorando dije que nunca habría nada mejor que aquello. Pero 3 años después de Dragon Ball, un chico aficionado como cualquier otro, decidió intentar lanzar un héroe que no volara y que se identificara con los problemas que existen en nuestra realidad, como la discriminación por ser diferente. De ahí empieza este manga y anime llamado Naruto en el que se demuestra que no dándose por vencido y esforzándose, así no se sea el mejor en algo, si uno la suda con el corazón puede llegar a revertir el presente y quizás llegar a lo que uno mismo busca, su propia felicidad.
Esta serie oculta un gran mensaje que capítulo a capítulo agarra más fuerza y demuestra que el que quiere puede. Sentado frente a la computadora le doy las gracias a Dragon Ball y a todo lo que influenció para que Naruto lograra ser lo que es. Quizás logre ser más que Dragon Ball pero nunca olvidaremos lo que Akira Toriyama nos enseñó y lo que un chico de pelos parados y torpe significó para nosotros.
Apago el televisor.
